Podemos contribuir a mejorar el rendimiento escolar de nuestr@s hij@s trabajando conjuntamente con ellos estos aspectos fundamentales:
1) Organizar un horario de estudio.
2) Establecer un lugar de estudio.
3) Orientarles en técnicas de estudio básicas.
4) Motivarles adecuadamente para alcanzar buenos resultados académicos.
5) Y fomentar la lectura.
Nuestra tarea requiere constancia.
Debemos elaborar junto a nuestr@ hij@ un plan de trabajo semanal que pueda cumplir con un razonable esfuerzo. Este plan debe ser realista y, a ser posible, no impuesto por nosotros, sino consensuado con él/ella.
Nuestros hij@s deben apreciar lo importante que es una buena organización del tiempo y las ventajas que eso les proporcionará, ya que podrán beneficiarse de esa organización para no renunciar a sus actividades favoritas.
Tenemos que incluir tanto actividades escolares como actividades de ocio. El tiempo libre será más provechoso si lo rellenamos con nuestras aficiones favoritas.
El horario de estudio debe ser realista, tener en cuenta las condiciones personales de nuestr@ hij@ y cumplirse regularmente.
2) Establecer un lugar de estudio:
Condiciones para que el lugar de estudio sea adecuado:
- Que sea siempre el mismo.
- Que tenga una buena iluminación. Mejor luz solar indirecta. Si la luz es artificial, que esté del lado opuesto al que se escribe.
- Que sea tranquilo y no aparezcan otras distracciones.
- Que esté bien acondicionado (sin mucho calor, frío, humedad, aireado, etc.).
- Que tenga un mobiliario cómodo (los pies deben tocar el suelo y la mesa tener un tamaño suficiente).
- Que el material que se vaya a utilizar esté en orden y al alcance de la mano.
3) Enseñarles unas técnicas de estudio básicas:
Existe una gran variedad de técnicas de estudio en función, principalmente, del contenido que estemos aprendiendo. Algunas de ellas sirven para objetivos concretos, por ejemplo: memorizar una lista de datos o nombres que no guardan relación aparente entre ellos, organizar el abordaje de una gran cantidad de texto, vincular fórmulas matemáticas con problemas tipo, etc.
Aquí nos centraremos en las técnicas de estudio más comunes:
a) Leer comprensivamente el texto.
Se leerá párrafo a párrafo, tratando de entender el significado de cada una de las frases. En numerosas ocasiones será necesaria la utilización de un diccionario para alcanzar una comprensión correcta de los términos que aparecen en el texto y de su contenido informativo. Habrá que leer tantas veces como haga falta hasta conseguir un nivel satisfactorio de comprensión de la información.
b) Subrayar las ideas principales y secundarias.
Hay que marcar o resaltar (con bolígrafo, lápiz, rotulador o marcador fluorescente) las ideas principales y secundarias del texto, organizando jerárquicamente las ideas; para ello, debe partirse de la comprensión profunda de las frases del texto. Recomendable usar más de un color para cada nivel de ideas.
c) Realizar un resumen.
Hay que seleccionar y extraer las ideas que se consideren más importantes. Es fundamental saber distinguir las ideas básicas de las secundarias, y esto sólo se consigue con la práctica. En la redacción del resumen hay que ajustar el contenido a nuestro vocabulario y conocimiento previo.
d) Realizar un esquema.
Para realizar un esquema adecuadamente es imprescindible elaborar la información a partir de la comprensión profunda del tema que estamos tratando. Por eso, a veces puede ser contraproducente que los esquemas vengan dados por otras personas o libros de texto, ya que más que ayudar, pueden confundir o, en el mejor de los casos, delimitar en exceso la información. Realizar un esquema válido requiere una capacidad de síntesis y análisis que, evolutivamente, no aparece hasta una determinada edad.
e) Memorizar el contenido y la información más concreta.
Llegados a este punto la mayor parte de la información ya estará organizada en nuestra memoria, sobre todo, porque hemos ido dándole sentido a medida que la trabajábamos. Sin embargo, siempre quedarán datos concretos o conceptos aislados que será preciso memorizar. Cuanto más se relacionen o se asocien las ideas, más fácil será retener la información.
f) Recuperar y reproducir la información almacenada.
Hay que reproducir, partiendo del recuerdo que tengamos del esquema elaborado, toda la información relevante que proporcionaba el texto, haciéndolo de un modo ordenado y con sentido. Primero habrá que hacerlo verbalmente, para después plasmarlo por escrito.
4) Estimularles adecuadamente para mantener la motivación suficiente para alcanzar buenos resultados.
Una adecuada motivación garantiza que nuestr@ hij@ se esfuerce al máximo de sus posibilidades en todo lo que emprenda, independientemente de sus capacidades. Nuestro estímulo es fundamental para asegurar y mantener un alto nivel de motivación y una buena predisposición hacia el estudio. Para conseguirlo, es importante atender a los siguientes aspectos:
Asociar nuestra valoración al esfuerzo desarrollado: Es conveniente recompensar los esfuerzos realizados por nuestro hij@, principalmente, con refuerzos verbales. Debemos valorar diariamente el esfuerzo que realiza para conseguir sus objetivos, ya que independientemente de que los alcance o no, lo que sí está en sus manos es seguir esforzándose en el futuro con la misma intensidad. El éxito académico depende de muchos factores, y aún siendo imprescindible el esfuerzo personal, a veces los resultados no acompañarán. Por eso, es importante asociar nuestra valoración positiva a su esfuerzo, independientemente de que al final el éxito se llegue a alcanzar.
Interesarnos continuamente por su aprendizaje: Los hij@s están más motivados si los padres se interesan por el día a día de sus estudios y no sólo por los resultados escolares. El interés debe intensificarse en el periodo que hay entre unos exámenes y otros, y suavizarse durante el periodo de resultados.
Conocer su estado físico y emocional: El cansancio, la ansiedad y los problemas personales influyen negativamente en la concentración y motivación. Es importante que conozcamos en qué situación se encuentra nuestro hij@, sobre todo si su interés por el estudio decae de forma anómala. En estos casos habrá que actuar en consecuencia, solos o con la ayuda de otros (profesores, médicos, psicólogos, etc).
5) Fomentar la lectura:
Además de lo que conocemos por lo que los demás nos cuentan o por nuestras propias experiencias, en la vida tenemos una tercera vía para conocer y comprender nuestro contexto y las personas que lo comparten; la lectura. Gracias a ella, accedemos a una cantidad enorme de conocimientos y emociones. Fomentando la lectura ayudaremos al aprendizaje de nuestro hij@.
Para acercar a nuestr@ hij@ al hábito de la lectura, es preciso supervisar el material de lectura y elegir el adecuado para su edad, sus gustos y su nivel de comprensión. Necesitamos asegurarnos que lo que se lee se entiende e interesa, pues si no es así, conseguiremos un objetivo contrario al que buscamos.
Además de la elección del material adecuado, es preciso crear un contexto en el que la lectura sea accesible. Si en casa se respira un clima de respeto hacia el estudio es más fácil que nuestro hijo se sienta motivado a disfrutar de ese mundo. Si asociamos el mundo del estudio exclusivamente al contexto laboral, ubicado en un futuro incierto, y lo vemos sólo como una herramienta y no como un fin en sí mismo, impediremos que aprecie el valor de la educación para su crecimiento personal en el presente.
* El papel de los padres y madres es fundamental en el aprendizaje escolar de los hij@s. Sin embargo, no debemos olvidar que nuestro objetivo es conseguir su autonomía en este proceso, en el cual además, no estamos solos, pues intervienen influencias de todo tipo; profesionales de la educación, contexto social, medios de comunicación, etc. Por ello, el hábito de estudio debe crecer en nuestro hij@ al amparo de nuestros cuidados, pero ser siempre responsabilidad final de él mismo.
BIBLIOGRAFÍA SOBRE TÉCNICAS DE ESTUDIO
Aprender a estudiar. Fernández Rodríguez, Concepción. Amigo Vázquez, Isaac. Ediciones Pirámide. (Aconsejamos la lectura de este libro, ya que ofrece recomendaciones prácticas para enfrentarse al trabajo escolar en casa y en clase)
Cómo estudiar. Harry Maddox, Editorial: Ediciones Oikos-Tau.
Las mejores técnicas de estudio. Tierno, Bernabé. Editorial: Ediciones Temas De Hoy, S.A.
Cómo estudiar con eficacia. Hernández, P. E. Española. Madrid.
Manual de técnicas de estudio. Alonso Alvares, A., Fernández Moro, M.P. Ed. Everest.
Técnicas de estudio para enseñanzas medias y universidad. Sánchez, María Luisa. Madrid, Alianza.
Técnicas de lectura eficaz. Brunet Gutiérrez y Defalque. Ed. Bruño.
Los exámenes. Cómo superarlos con éxito. Clifford, Allen. Colección libros Tau Oikos-Tau. S.A. Ediciones. Villassar de Mar. Barcelona.
Cómo estudiar con eficacia (Las claves del éxito académico y personal). Cuenca Esteban, Fernando. Ed. Escuela Española.
Estrategias de Aprendizaje. John Nisbet y Janet Shucksmith. Santillana. Aula XXI. Madrid.
Lectura rápida para todos (Método completo de lectura veloz y comprensiva). García Carbonell, R. EDAF. Madrid.
Técnicas de estudio para enseñanzas medias y universidad. Salas Parrilla, M. Ed. Alianza. Madrid.
Top memory. Técnicas de estudio, memorización y lectura rápida. Ediciones Orbis, S.A. Barcelona.
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